miércoles, junio 15, 2011

Boulogne de Araceli Arreche, Gilda Bona y Selva Palomino

La memoria es un presente eterno


María de los Ángeles Sanz

Tres autores, tres personajes, cada uno tienen una relación entre sí que iremos develando a través del discurso; una historia individual pero que trasciende su tragedia porque involucra un momento de la historia de la sociedad argentina donde la vida y la muerte jugaban en las calles una danza macabra. El padre, un obrero italiano, con una lengua que recuerda en su acento el origen de quien la pronuncia, narra en un viaje de tren hacia Boulogne sus deseos, sus angustias, su compromiso y la ansiedad de llegar a un hogar cálido donde su mujer lo espera, ella la mujer embarazada de su tercer hijo, nunca se verá en escena porque el relato lo quiebra una luz cegadora que lo enfrenta a su llegada a destino. El segundo personaje, amiga de la mujer, de Juana, relata el horror de enterarse que su amiga, la noche narrada anteriormente por el hombre es secuestrada junto a este por fuerzas de seguridad, o por un grupo de tareas, y recuerda no sólo ese momento sino aquellos que formaron parte de la vida cotidiana de ambas cuando eran adolescentes y un viaje distinto esta vez a Munro, les permitía desafiar a la imposibilidad. La mujer se enfrenta sin pensar, en una noche que es el presente de pérdida y dolor, a la imagen de un tercer personaje, que es el vivo recuerdo de aquella Juana de su juventud, y no se atreve a llamarla, a expresarle su alegría y su desconcierto por un parecido que la atraviesa. Ella la joven, recuerda a su madre y espera el regreso de aquél que en el vientre fue llevado junto con ella, memoria y espera, memoria, dolor y espera, deseo de la posibilidad que se parezca al padre o a ella misma y pueda reconocerlo en esa estación de la ausencia. Los tres personajes encarnados, por Malena Solda, Martín Slipak y Noemí Morelli, llevan adelante con solvencia y convicción un relato que con el minimalismo de sus propios cuerpos como escenografía, (salvo unas láminas que como fotos son pegadas a una de las paredes, el escenario está despojado, y las linternas que producen la luz que los señala) trasmiten una emoción que se siente en el espacio escenográfico, en los cuerpos de los espectadores que en silencio y con alguna que otra lágrima en la garganta o corriendo por las mejillas dan cuenta de la empatía lograda. La pequeña historia, es entonces, la narración de una multiplicada por miles, y guarda el problema irresoluto de muchos que todavía ignoran su lugar en el mundo y una identidad que les fue robada junto con la vida de sus padres. Teatro por la Justicia1 es el ciclo que presentó en esta oportunidad dos obras cuyas temáticas se diferencian y se aúnan en el desamparo de la construcción de una identidad transgredida por la violencia que no repara en cuerpos, edades ni géneros. Al igual que Teatro x la identidad, o Teatro de la diversidad, sus propuestas buscan mantener viva la memoria y la identidad de las personas y de los pueblos, evitar la mirada sesgada y tendenciosa sobre las personas, y lograr a partir del teatro en su función social una sociedad más justa.


Boulogne de Araceli Arreche, Gilda Bona y Selva Palomino. Elenco: Malena Solda, Martín Slipak y Noemí Morelli. Dirección: Manuel Callau. Teatro Tadrón. 




1Como cada 24 de abril, Teatro Tadrón abrió sus puertas para recordar y reflexionar sobre el Genocidio perpetrado por el Estado turco contra el Pueblo Armenio entre 1915 y 1923. Enmarcadas dentro de la Vigilia Cultural se llevaron a cabo diversas actividades ante un nutrido público que recorrió las instalaciones montadas en el foyer del teatro como así también en su sala principal y espacio exterior. Se trató de un recorrido conmemorativo guiado por fotografías, objetos, y documentación histórica. Se inició la Vigilia Cultural con narración oral, a cargo de Alejandra Zuccoli y textos de Juan Carlos Balassanian. Luego, se proyectó la película “Reinalda del Carmen, mi mamá y yo”, de Lorena Giachino. Y a modo de maratón teatral se presentaron a puertas abiertas las siguientes obras: “Todas tenemos la misma historia”, -Obra Ganadora del Premio Tadron, del Ciclo de Teatro x la Justicia 5ºEdición- , “Al pasar por un cuartel”, dirigida por Jorge Palant, y “Berlín 1921”, dirigida Herminia Jensezian. Al Finalizar las cuales, tuvo lugar el Panel “Los juicios” con la participación de Jorge Palant, Daniel Ferioli Seragopian y Fabiana Rouseaux, moderada por Manuel Vetrone.


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