martes, noviembre 08, 2011

La suplente de Mariano Moro



Un ascético escritorio, libros prolijamente ubicados. Un pizarrón antiguo y convencional. Nada transgrede lo cotidiano, lo real y concreto. Emerge desde la platea  Azucena Marchitte, la figura encorvada  hace honor a su nombre, como  una flor que se disgrega en el esfuerzo por sostener libros y objetos; un rictus mitad risa mitad llanto parece anticipar una dualidad que acompañará la historia. Ironía, parodia, risa y sollozo contenido. Es la profesora suplente de literatura, así se presenta,  en un principio se comunica con la platea utilizando  un lenguaje refinado, barroquizado, complejo, los dichos y alusiones a poetas, dramaturgos, novelistas pasan de ser respetados y canonizados en su decir hasta que su verdadero drama personal empieza a perfilarse, somos testigos de su historia;  es allí cuando emerge la verdadera Azucena Marchitte, sus apetitos sexuales reprimidos, sus sueños postergados donde el amar y ser amada son una definitiva utopía Su rival en lo profesional y en la vida es  Josefina Urrutia, la titular, quien le sacó la “tarjeta roja” de la felicidad en el aula y la vida. Es su antitesis, según su mirada: desperjuiciada, viciosa, arribista.
La confesión ante los ocasionales espectadores, ¿alumnos?, la sueltan para permitirse bailar, declamar y recrear con textos cada vez más personales y auto referenciales a sus amados escritores, la genuina  razón de su existencia. 
Carga sobre sus espalda el estigma de ser siempre “La suplente”, la postergada, la que si tuvo novio fue un fracaso, la que no tuvo ni un gusto de sus padres,  aquella que por virtud de la confesión que se atreve a hacer a quienes la escuchan, deja de lado todo pudor y miedo al ridículo y se atreve a trocar el lenguaje purista por el soez, el gesto recatado y coleto por la exaltación y el desenfreno. Esa transformación de estados que logra la excelente intérprete María Rosa Frega, insta al espectador a la risa y al silencio, al estupor y a la piedad ante su historia que se adensa y culmina en una carcajada y los acordes de la Traviata que rematan la escena final.
Un espectáculo de excelencia.




La suplente de Mariano Moro. Teatro Moliëre. Intérprete: María Rosa Frega. Autor y Director: Mariano Moro. Prensa - Duche y Zarate 


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