lunes, enero 24, 2011

La ausencia de todas las cosas de Alejandro Turner


La muerte ese universo extraño


Azucena Ester Joffe y María de los Ángeles Sanz

Desde el inicio el espectador se encuentra con los cuatro personajes en actitudes cotidianas, repetidas, que dan lugar al paso de un tiempo cíclico, donde todo retorna a su inicio. La música va marcando los ciclos de ese ritornelo. El espacio: aquél que cada cual imagina, o necesita imaginar. Nada hace pensar en el desarrollo de una intriga que va a ir involucrando a los cuatro, desde la fragmentación, y el extrañamiento. La muerte: la ausencia de todas las cosas; es el tema que atraviesa como un puñal en  las carnes toda la trama; en el relato de las culturas antiguas, otras en el tiempo y la memoria, y su relación con los muertos; en la situaciones que se tejen y pasan del relato a la acción. La eutanasia, la pena de muerte, la guerra, la nada y el olvido; la religión como falso paliativo, que necesita ser afirmado por la empíria científica de presenciar la muerte del otro, para constatar la creencia. Los personajes van desde el soliloquio primero de Sofía (Evelia Romano), hasta el diálogo último con Balboa (Mario Petrosini), despojándose de sus recuerdos, de sus miedos, y de todo aquello que los afirma como identidades diferenciadas. La muerte es finalmente, la ausencia del recuerdo, no saber donde estamos, olvidar porque estamos ahí, no saber quienes somos, ni lo que hemos hecho. La muerte es entonces la nada. Este complejo metafísico, es atravesado por Turner, por el problema ético que se produce cuando nos convertimos en la herramienta que lleva adelante el destino trágico del hombre, la mortalidad. Un asesino, una suicida, un sacerdote católico, Murray (Ángel Félix), que quiere averiguar si hay realmente un más allá, y que se siente llegar a él, y un médico institucional, (Mariano Miquelarena) que como el antiguo verdugo, sólo que con mayor sofisticación, la que la ciencia proporciona, ejecuta la orden de cumplir con el mandato divino de la caducidad de la vida. Y el Dios borgeano, (no es casual el poema que aparece en el programa de mano) aquél que con indiferencia recibe a los hombres como tales, sin apreciar las diferencias del mundo. Los hombres somos finalmente, de algún modo y de diferentes maneras, los ejecutores de una ley que nos sobrepasa. ¿Qué pasa entonces con la culpa? Las actuaciones por momentos brillantes, saben desde el humor negrísimo que la pieza propone, arrancar a pesar de la dura temática, la risa al espectador, que va de extrañeza en extrañeza, por ese universo decadente que no da respiro. Solos en un universo inmenso, solos en nuestro pequeño mundo, somos para Turner pequeñas entidades culpables e inocentes al mismo tiempo; verdugos y víctimas en la rueda del tiempo, el texto es entonces un tratado de filosofía posmoderna, donde la relatividad de nuestras vidas es la marca en el orillo. Como una caja china, o como en el juego de las muñecas rusas, desde el lugar del voyeur, se siente que siempre puede darse una vuelta más en ese tiovivo implacable que es el destino irremplazable de cada uno. Evelia Romano y Mario Petrosini se lucen en la construcción de esos personajes que terminan como debe ser, juntos porque son las dos caras de la misma realidad. Ángel Félix y Mariano Miquelarena tienen soltura y precisión en los diálogos punzantes de la pieza. También el tratamiento del espacio lúdico crea esta tensión en la idea de límite entre la vida y la muerte, un “entre dos”, que permite a los diferentes personajes como “espectros” a través de su propia corporeidad y en un mismo movimiento imaginario descendente dar cuenta de su condición de “vivo-muerto”. Un cuerpo, siguiendo a Elina Matoso, “como carne historizada, así como transparente, o imagen inasible” (2007: 21). Materialización de la  condición humana contradictoria y absurda que en las distintas escenas –con un hilo conductor: la muerte, la nada- se va desplazando por ese espacio despojado, de colores pasteles, delimitado por gruesas sogas que cuelgan, y  el buen uso del sonido. Pero, en realidad es un espacio claustrofóbico y oscuro, que contiene la complejidad e intensidad del texto dramático. Como dijimos al comienzo, es el espacio: aquél que cada cual imagina, o necesita imaginar, aquél espacio “otro” donde inestables fuerzas sensoriales antagónicas confluyen y, a su vez, se dispersan dejando al público como entre un paréntesis ficcional y vivenciando “la ausencia de todas las cosas”. El texto de Turner provoca en el espectador una lectura doble, la de la literalidad de las palabras, y la de la realidad que se inscribe entre los espacios desnudos del silencio; apostando a la incertidumbre y a los interrogantes, desestructurando toda certeza. El teatro es ficción y eso es aquello que los actores desarrollan sobre el escenario; una ficción que complementa la realidad, evocando lo real.







La ausencia de todas las cosas de Alejandro Turner1. Elenco: Evelia Romano2, Mario Petrosini3, Mariano Miquelarena4, Ángel Félix5. Escenografía y vestuario: Patricia Langan y Noelia Svoboda. Iluminación: Ricardo Sica. Dirección general: Gabriela Bianco6. Prensa: Tehagolaprensa. Teatro: El Cubo (2011)
 






Matoso Elina, 2007. El cuerpo, territorio de la imagen. Buenos Aires: Letra Viva.






1 Alejandro Turner es guionista y dramaturgo. Escribió entre otras obras de teatro "La Salud de los moribundos" (1er Premio del Fondo Nacional de las Artes obra inédita de teatro, 2007); "Canciones tristes (cantadas como si fueran alegres)" (Primera Mención en el mismo certamen), "Dónde caerse muerto" (incluido en la Antología "Autores en construcción" editorial C. C. Rojas) y "Villarrica", estrenada en diciembre del 2008 en el Camarín de las Musas con la dirección de Gabriela Bianco, en el marco del Primer Festival de Monólogos NO HAY DRAMA.

2 Evelia Romano trabajó seis años con improvisación en los Estados Unidos, dentro de la técnica del playback theatre inspirada en Augusto Boal, con maestros como la doctora Leticia Nieto y el performer Guillermo Gómez Peña. En Argentina, estudió actuación con Juan Carlos Gené, Verónica Oddó, Guillermo Cacacce y Ana Woolf. Sus trabajos actorales más recientes son Factor H (2008) dirigida por Juan Carlos Gené y Villarrica, monólogo de Alejandro Turner presentado en el marco del Festival de Monólogos.


3 Mario Petrosini es autor, actor y director. Como dramaturgo compuso junto a Paula Ransenberg, Las hojas más tiernas de los árboles (2010); el mismo año dirigió en el espacio teatral Andamio 90 El maleficio de la mariposa de Federico García Lorca.  Se formó en dirección y puesta en escena con Héctor Calmet, Juan Carlos Gené y Verónica Oddó y en interpretación lo hizo con Gené, Oddó, Salvador Amore, María Inés Perez Rossi y Julia Blanco de Carnaghi. Algunas de las puestas donde trabajó como actor fueron: En alta mar, de Slawomir Mrozek, dirigida por Mariana Diaz; Factor H: Williams Hnos S.A. y Moscú, sobre textos de Tennesse Williams y de Anton Chejov, con dramaturgia y dirección de Juan Carlos Gené; Todo verde y un árbol lila, de Juan Carlos Gené; Viajeros por Shakespeare, con dirección de Juan Carlos Gené. Como director trabajó en Antígona, de Sófocles, adaptación personal. Es profesor de Actuación I y II en el C.O.S.A.T. y C., en Andamio 90, profesor asistente en los talleres sobre Temas avanzados de interpretación dictados por Juan Carlos Gené en Celcit y profesor de Actuación y Dirección teatral en el Colegio de la Ciudad.


4Mariano Miquelarena Actor y maestro de juegos teatrales para niñas, niños y adolescentes. Formado en la en la escuela Municipal de Arte Dramático y en el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT). Participó en varios proyectos teatrales como actor. Es el responsable del ReSoRte Teatro, un espacio artístico- pedagógico para niños, niñas y adolescentes que canaliza la creatividad y la autonomía a través del juego dramático, ubicado en el Barrio de Belgrano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

5 Ángel Félix actor y director, trabajó La madriguera (2006) de Jairo Aníbal Niño; Juan Moreira (2007) junto al grupo teatral La Vereda se presentaron en el Festival Tremolina, segunda edición. En el año 2009 fue director de Crónica de un secuestro de Mario Diament.

6 Gabriela Bianco Actriz, pedagoga y directora teatral. Realiza espectáculos desde el año 1990. Sus Maestros son Juan Carlos Gené, Verónica Oddó, Iris Guiñazú, Graciela Alisedo y Eduardo Riva. Considera fundamental su vinculación con los escritos y seminarios de Eugenio Barba. A partir del contacto con la antropología teatral en 1997 y la asistencia a sesiones cerradas de la ISTA, desarrolla una investigación sobre la poética escénica de la lengua de señas -LSA- concretando varios montajes. Dirige ADAS, asociación de artes y señas desde 1999 y el proyecto EnSEÑAR, para la transmisión de la  LSA. Coordina LENGUAHARES, proyecto artístico pedagógico de artes señas en escena. Ha realizado numerosos viajes de estudio y trabajo, concretando algunas giras artísticas. Actualmente es conductora y guionista junto a Alejandro Turner de ENSEÑAS, PARA APRENDER, un programa de TV que enseña la lengua de señas a todos los chicos. Desde 2010 por Canal Encuentro y la Señal Infantil PAKAPAKA.






martes, enero 18, 2011

Doris Vian y Boris Vian1 Presentan su CABARÉ De Caricia y Puntapié2




Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz

El espacio El Cubo fue el lugar de exposición de una puesta interesante y divertida que sin embargo puede ser leída más allá del humor a la hora de pensar en sus autores y en la brillante actuación de sus intérpretes. ¿Quién fue Boris Vian, y que representó en la Francia de posguerra su creatividad contestataria, irreverente, contra toda institución consagrada y contra toda mirada de resoplo tranquilizador, en una sociedad que luego de su liberación quería sólo olvidar y vivir la vida? Como un aguijón empedernido el autor valiéndose de todos los recursos que el género le permitía buscaba provocar y sacar del sopor a un espectador que tal vez sólo quería reír sin pensar y menos recordar un pasado demasiado doloroso. Volver a un texto como éste, es en los escenarios españoles y en los nuestros, no sólo la búsqueda del placer de una buena puesta, sino la oportunidad de revisar valores que por tan enunciados repetimos carentes de todo sentido. Lo que Vian denuncia con desparpajo son las dos caras de una misma moneda, la crueldad del amor, el lado oscuro de las relaciones humanas, aquello que el barniz de la cultura y sociabilidad intenta no ver. Los miedos, y lo azaroso de las acciones del individuo, que debe como los actores cada noche sin poder preverlo todo, salir a enfrentarse al público, es decir a lo otro, a lo desconocido. Para ello utiliza la estructura que le permite salir y entrar de lo marcado, improvisar, utilizar un lenguaje escatológico, dibujar personajes desde el cuerpo, para ello utiliza el género ínfimo del cabaret, para que las palabras y la solidez del texto no se coman aquello que la ligereza y el placer dejan tan evidente desde lo grotesco. El director Alberto Castrillo-Ferrer, ausente con aviso, presente en una carta leída como prólogo, y su compañía El Gato Negro3 tienen ya una extensa y exitosa trayectoria donde se destaca la puesta El Misántropo e Ildebrando Biribó, el último Cyrano; y llevan adelante con su trabajo una recreación vívida del cabaret de la década del cuarenta, con la frescura de la actualidad que se cuela en la rapidez del proceso de improvisación. Respetando su estructura de cuadros o sketches, los actores, Carmen Barrantes y Jorge Usón, se producen para un desfile de personajes desopilantes, que sin embargo, acusan con ingenio, verdades como dardos que van desafiando al público. Estos dardos están vehiculizados en los diálogos y, en especial, en los breves monólogos lanzados directamente al espectador, desde el “ustedes serán capaces de darle sentido a este quilombo” hasta el doble final. Primero, el final inesperado para el público y en el cual sus personajes levantan una banderita blanca, y, luego, el final feliz del encuentro y del amor que todos esperamos. La propuesta de Cabaré de Caricias y Puntapié es un viaje sin regreso que se propone estar en “el límite entre lo permitido y lo prohibido”, en el sentido de que podremos reírnos de nosotros mismo. Las maletas a un costado del escenario del cabaré con su marquesina y sus paneles a modo de Alicia en el país de las Maravillas, dentro del espacio ficcional en el que ambos actores de desplazan con dinamismo. Viaje que nos traslada a Francia en la década del 40, y no por casualidad ya que fue Paris la cuna de este género a fines del XIX. A través breves situaciones de danza, de pantomima, de canto, de parodia o de bufonada, Carmen y Jorge crean un mundo de pura ficcionalidad, pura teatralidad. Los continuos cambios de vestuario o de accesorios, la permanente metamorfosis de sus personajes, la gestualidad y los movimientos corporales, y la incuestionable ductilidad de los dos actores, le imprimen al hecho espectáculo un ritmo global que el otorga el sentido esperado por el público. La obra no sólo es un homenaje al cabaré, sino también es una propuesta diferente donde confluyen lo cómico y lo popular, lo poético y lo “políticamente incorrecto” para una sociedad en la que recibimos más puntapiés que caricias. Ojalá sea el punto partida para comenzar a dar más caricias.








Doris Vian y Boris Vian presentan su CABARÉ de caricia y puntapié. Dirección: Alberto Castrillo- Ferrer. Textos de Ferrer y a partir de un trabajo de improvisaciones del equipo artístico.  Intérpretes: Carmen Barrantes, Jorge Usón. Composición musical y arreglos: Miguel Ángel Remiro. Traducción de canciones: Alberto Castrillo – Ferrer. Profesora de voz: Raquel Agudo. Coreógrafa: Blanca Carvajal. Diseño de luces y jefe técnico: Carlos Samaniego – Sama. Regidor en escena: Hernán Romero. Escenografía: Manolo Pellicer, Mariano Aranda. Caricaturas en escena: José Luis Cano. Vestuario: Marié-Laure Bénard. Prensa: Tehagolaprensa. Teatro: El Cubo. (2011)











 



1Boris Vian (1920 / 1959), novelista y dramaturgo francés, nació el 10 de marzo de 1920 en un suburbio de París. Fue, además, poeta, músico de jazz, y traductor. Egresado como ingeniero de la Escuela Central en el Liceo Condorcet (1942), la influencia artística de su entorno familiar terminó por prevalecer a sus estudios técnicos. De adolescente padeció serios problemas de salud, pese a lo cual no abandonó su gran pasión: el jazz. Su primera novela Trouble dans les Andains y Vercoquin y el plancton (1943), refleja su vida disipada mezclada con lo grotesco y lo absurdo. Escribió cuentos e hizo crítica de jazz publicadas en Les Temps Modernes y el periódico Combat, a instancias de Sartre y Camus respectivamente. Gran admirador de Alfred Jarry, apeló a su Patafísica, o "ciencia de las soluciones imaginarias", para una rebelión cómica contra la filosofía positivista. Su obra polémica ha sido tan reconocida como cuestionada. Como Vernon Sullivan, firmó su thriller al estilo americano, Escupiré sobre vuestra tumba (1946), censurada por su contenido violento y sexual, y otras tres que le valieron un juicio de cuatro años, tras el cual reconoció su autoría. El descrédito que le valió el episodio alcanzó también su producción más “seria”. Frecuentó el existencialismo de la época en el Club Saint Germain-des-prés y conoció a los grandes del jazz: Duke Ellington, Miles Davis y Charlie Parker y llegó a componer la ópera El caballero de las nieves. Sus principales obras son La espuma de los días (1947), una impactante historia de amor siempre vigente; El otoño en Pekín (1947) y El arrancacorazones (1953) de escaso éxito. Escribió diez novelas, entre ella La hierba Roja (1950), autobiográfica. Se convierte en director artístico de la compañía Phillips (1955), filma varias películas, una de ella laureada en Cannes y se agravan sus problemas de salud con un edema pulmonar. Su dramaturgia se inscribe en el teatro del absurdo. Diálogos inconexos y conductas incomprensibles, testimonian la naturaleza irracional de la existencia humana.  L'équarrissage pour tous, comedia negra, fue representada por vez primera en 1950 y Los constructores del imperio, tragedia burlesca fue estrenada en 1959. Apartado por la productora del guión cinematográfico de Escupiré sobre vuestra tumba, y quizás a causa de ello entre otras cosas, Vian murió de un ataque al corazón el 23 de junio de 1959. Su reconocimiento ha sido póstumo.


2 Espectáculo premiado con el más importante galardón teatral en España, el Max al Mejor espectáculo de teatro musical 2010. Estrenada durante 2008 en Huesca y representada dos años después en Madrid, además de en otros muchos lugares de la geografía autonómica y estatal, la obra cruza ahora el océano Atlántico por primera vez.

3 El Gato negro es una compañía que comenzó su andadura profesional en 2002. El grupo asienta su filosofía en la creación de pequeños espectáculos de cuidadísima factura y alta calidad artística. A veces la generosidad, la libertad y el buen hacer teatral chocan con la industria del espectáculo y su comercialidad, pero esto no ha impedido que la trayectoria de nuestra pequeña compañía haya demostrado que es posible hacerse un hueco respetable en el panorama artístico nacional, como señalan las críticas, premios y recomendaciones profesionales obtenidas. 







CABARÉ DE CARICIA Y PUNTAPIÉ from dediaproducciones on Vimeo.













sábado, enero 15, 2011

María Elena

 
 
Las responsables de este espacio hubieramos querido iniciar el año con otro comentario que no fuera este, pero tampoco queríamos dejar sin expresar nuestro sentir para una artista que tanto significó para nuestra generación y las que les siguieron, ahí va nuestro sentido homenaje.



Los juglares son eternos
Porque viven en la voz del viento.

Elegiste irte en un día señalado,
Juglar esquivo de la voz de caña,
Un día que conjuga dos dolores,
Otro como tú, eligió ese día.

En un tiempo, él también
Creyó en las palabras y su fuerza y dulzura
Para calmar las olas de las duras tempestades
Pero sin fe en sí mismo
Abandonó en la lucha
La consolación de la poesía.


Nos diste y nos dejaste
Sin reparo, ni medida, ni especulaciones varias,
Nos diste así, tranquilamente
Como se dan las aguas a  los mares,
Luego de que atraviesan la montaña.

Fuiste tierna y dura
A un mismo tiempo;
A veces no entendías,
Tanta estupidez,
Tanta locura,
Tanta falta de amor,
Tanto destino,
Tanta circular versión
Tan repetida,
Tanta malevolencia.


Yo canté contigo
Y les canté muy quedo
En tiempos que las sombras eran muchas
A aquellos que tomados de mi vida
Eran la vida toda para mí.

Y siempre te canté
Cuando en el alma
La duda de quien soy y a donde vago
Llenaba de tristeza la esperanza
Y entonces fui cigarra,
Como tú,
En noches negras.


María Elena,
No hace falta mencionar siquiera tu apellido,
Siempre serás la María Elena
Del tinglado y la luz. (2011)




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