jueves, abril 26, 2012

Gacetilla | ¿Quién es Ramona Reyes? | Ciclo de Abril




Lunes Cinéballos | Ciclo de Abril
Grandes Películas en Blanco y Negro
en las que (a veces) aparecen pistolas

Il Ballo del Mattone | Gorriti 5950 | Palermo | CABA | 20 hs
Entrada Libre y Gratuita
No se suspende por lluvia

Lunes 30 de Abril | El Hombre que le disparó a Liberty Valance
previo a la película corto inédito y espectáculo performático

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sábado, abril 21, 2012

Guardapolvos de Tamara Kiper



Tamara Kiper en Guardapolvos  nos demuestra que no se puede llevar adelante ningún relato lineal, cuando la historia que se necesita narrar tiene elipsis, puntos oscuros, agujeros negros que la horadan y que la palabra no puede suturar. La puesta por eso trabaja desde la fragmentación y la simultaneidad de hechos que enlazan el pasado y el presente, en un intento desolado de explicar lo que inexplicable; de llenar los espacios vacíos de la memoria y del corazón. Al ingresar a la sala a través de un placard, los espectadores entramos también en ese mundo encerrado, claustrofóbico del silencio obligado, del miedo y la búsqueda desesperada; y allí en ese espacio que presenta los objetos propios de una casa: una cama, una mesa, el placard ahora cumpliendo su función específica, las mujeres, niñas adolescentes y adultas, las tías, la madre, van reconstruyendo a través del dolor y la bronca, los pequeños momentos felices de la infancia, las circunstancias de la pérdida. Teatro documental que no sólo relata una historia colectiva sino que tomando la parte por el todo nos sumerge en la intimidad del relato uno y lo despliega en las voces y los cuerpos de cada una de los integrantes de la familia del médico desaparecido en 19771. Juegos que marcan una etapa sin fantasmas ni duelos, momentos que intentan la vida sin memoria, y finalmente el lugar de la búsqueda y la verdad, la necesidad de hablar, preguntar y exigir una reparación. Los personajes son encarnados con un muy buen registro de actuación,  que construye el pasado, el presente, y el momento infinitamente actualizado de alguien que vigila, y que es visto una vez y cuya ausencia es la consecuencia de la desaparición de su objetivo. Memoria individual, memoria colectiva, silencios, ausencias, y presencias vivas en el recuerdo de los que nunca van a dejar de estar, presos en la espiral de un tiempo detenido por la violencia de Estado, y la necesidad de los suyos de no olvidar para seguir con la investigación que devele la verdad, que acerque el cuerpo a su destino familiar. Al ingresar a la antesala el espectador se encuentra con los objetos caros a la figura de Kiper, su guardapolvo, fotos familiares y hasta un pequeño plato de aceitunas que le gustaba comer mientras tomaba mate; el clima de esa presencia /ausencia ya ha sido creado y al atravesar el placard pleno de ropa, y ubicarse en la platea, la sensación de formar parte de ese mundo privado es tan fuerte que provoca golpe a golpe emociones que a veces no pueden contenerse y se produce el llanto. La ropa, los objetos que comprueben la identidad, forman parte de ese universo femenino que carga la responsabilidad de la búsqueda. El lenguaje ejerce una densidad doble al cargarse de lo no dicho, las frases cortadas, las miradas significativas, los gestos repetidos, los lugares que en su cotidianidad son el refugio del guerrero. Tamara Kiper construye el relato individual de su historia y de esta manera ayuda a construir el mapa inacabado de una narración mayor que necesita de cada una de sus líneas para ser conformado en su totalidad.




Guardapolvos Dramaturgia y dirección: Tamara Kiper2. Actúan: Alejandra Carpineti, Gabriela Irueta, Nadia Marchione, Vanina Montes, Julia Montiliengo, Soledad Sauthier. Escenografía: Tamara Kiper. Diseño de luces: Ricardo Sica. Asistencia de dirección: Fabricio Mercado. Producción ejecutiva: Fabio Petrucci. Colaboración artística: Macarena Trigo. Comunicación: Mariana Mazover. Prensa: Marisol Cambre.






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1 Luis Saúl Kiper es el padre de Tamara Kiper, secuestrado en su lugar de trabajo, el hospital donde ejercía sus funciones de médico. “El era médico y en ese instante estaba trabajando en la guardia” afirma la autora. Luis Saúl Kiper nació en Capital Federal el 2 de febrero de 1937 y se recibió de médico en la Universidad de Buenos Aires. Fue muy reconocido como médico, sobre todo por su dedicación a los más necesitados. Esta labor con los que más necesitaban la desempeñaba incluso los fines de semana en la sala de guardia de la Asistencia Pública de Boulogne, situada donde ahora se encuentra el Centro Cívico de esa localidad. Y justamente en ese centro asistencial fue detenido forzadamente el 30 de julio de 1977.

2 Tamara Kiper comenzó su carrera teatral en el sótano del colegio Mariano Moreno con sus compañeros Lautaro Perotti y Claudio Tolcachir. Desde entonces continua su formación artística creando y participando de lo que hoy es Timbre 4, el mismo lugar donde estrena “Guardapolvos”, su  opera prima como dramaturga y directora pero que, además, plantea un desafío con su historia personal. Entre su formación se destaca el entrenamiento  vocal, la danza clásica, contemporánea y afro con formación en la Escuela de danzas María Ruanota. Realizó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. También estudio teatro, entrenamiento corporal, vocal y clown con Guillermo Angelelli, Verónica Oddó, Thomas Leabhart (discípulo de Decroux), Gabriel Chamé, Cristina Martí, Lilo Baur (teatro de la complicité). Desde el año 2006 recorre distintos continentes como actriz en las obras “La omisión de la familia Coleman” y “El viento en un violín”, ambas escritas y dirigidas por Claudio  Tolcachir. (extraído de la gacetilla entregada en el teatro)












Cachafaz (Aquí el infierno es el hambre) de Copi


Un conventillo en Montevideo, casas más, casas menos, tan parecido a los nuestros; allí en ese espacio, los personajes tipificados de un género considerado “chico”, el sainete, una estructura que Copi respeta en su forma para atravesarla luego con el gesto provocativo de lo diferente, lo escatológico, lo grotesco como adjetivo llevado al límite, pero sin caer nunca en un producto alejado de lo artístico. El uso de los diálogos en verso, la pareja central de hombres que viven en una de sus piezas y mantienen una relación de pareja, que no es parodia sino afirmación de la posibilidad de lo otro, con todos los condimentos que requiere el desarrollo de una acción que se basa en las tensiones entre la intimidad y el continente, es decir, entre lo sucedido en lo privado y su repercusión en lo público. Por otra parte, el uso del coro, a la griega, aquel  que narra lo que los acontecimientos callan, el pueblo, el que realiza el nexo entre la tragedia y su público. La puesta de Tatiana Santana realiza una lectura inteligente, que traduce en un ritmo ágil el texto de Copi, que resalta todos sus procedimientos y construye una puesta donde el grupo de vecinas, bajo la mirada de Mecha Fernández, conforma con el cuerpo y sus movimientos la extraescena de esa pieza, donde campea la miseria como el amor.  Copi escribe Cachafaz en 1981, año paradigmático para la historia del teatro en Buenos Aires, pero el autor está en París exiliado hace muchos años del Río de la Plata, y del campo cultural que lo ignora y no lo suma al canon1. Lo escribe además en su lengua materna, el castellano, a diferencia de la mayoría de sus obras, tanto narrativa como dramatúrgica, donde lo hace en francés. De la violencia sufrida, propone el nacimiento de un héroe popular que si bien sucumbe como corresponde a la justicia poética en manos de la “ley”, produce con sus acciones una rebelión impensada, que hace olvidar su origen y su marginalidad. En el personaje de Cachafaz el autor compone una personalidad donde el nombre nomina y define: vago, desvergonzado, niño travieso, picaflor y sinvergüenza, con un pasado que lo sigue con su estigma de necesidad permanente. Personaje del arrabal rioplatense, tiene en el tango su propia canción.


(…) El cachafaz, cuando cae a un bailecito / se larga; pero muy de parada /y no respeta ni a casada; /y si es soltera, mejor. /Con mil promesas de ternura les oferta/, como todos, un mundo de grandezas /y nadie sabe que la pieza no ha pagado/ y anda en busca afligido, el acreedor. (Música: Manuel Aróztegui Letra: Ángel Villoldo)


El Cachafaz de la pieza de Copi, vive entre la mentira y la fantasía de escribir un tango, dando rienda suelta a su perezosa imaginación, hasta que el azar lo enfrenta con su destino. Su pareja la Raulito trae el recuerdo de otro personaje de vida marginal, tomado de la realidad ciudadana, que hiciera popular el cine1a. Si aquella era una mujer travestida hombre para sobrevivir, esta es un hombre convertido en fémina enamorada. La posibilidad escénica que el locus del Teatro del Sur ofrece a la puesta, es utilizada en toda su dimensión, con los músicos en escena y actores que entran y salen por foro, mientras ante la mirada del espectador, se desarrollan las acciones de Cachafaz y la Raulito, sus misterios, sus miserias, su amor incondicional a pesar de todo, y la lucha con un entorno lleno de hostilidad, que es el espejo del hambre de todos. Ésta utilización del espacio escénico contribuye a darle un ritmo dinámico a la puesta, las distintas escenas simultáneas que por momentos se entrecruzan permiten que el ritmo construya también sentido. Un ritmo en crescendo,  que no por casualidad habilita que la obra termine con los músicos en escena y con un candombe[2], un “final de fiesta”, un giro propuesto por Tatiana Santana y que se distancia del texto primero – la obra de Copi. Además de los desplazamientos por los tres espacios: el de los músicos, el cuartucho de conventillo delimitado por la escenografía y por la iluminación, y el espacio del coro de vecinos que suben y bajan de los andamios en escena. El discurso de la palabra y el discurso del cuerpo evoluciona en el mismo sentido: consolidar el humor como principio constructivo de la obra, humor necesario para soportar la ironía de la historia y la maldición del conventillo. Humor para naturalizar un acto de canibalismo, producto de la miseria y del hostigamiento de aquellos que representan el poder. Humor para poner en escena la complejidad de esas fuerzas que no son opuestas sino que, por el contrario, son internas y productos de la marginalidad social. Con el profesionalismo tanto de los actores – en especial de Emilio Bardi / Claudio Pazos - como del equipo de técnicos la estrategia de la puesta en escena cumple con su meta: el texto espectáculo se presenta como un todo, sin fisuras.
                                                                                                               



Cachafaz (aquí el infierno es el hambre) Elenco: Emilio Bardi, Claudio Pazos, Rosario Albornoz, Catalina Lescano, Patricia Martínez, Pilar Rodríguez Rey, Andrés Granier, Marcelo Lirio. Músicos: Joel Malante (guitarra); Pablo Martínez (percusión); Eugenio Sánchez (clarinete). Coreografía: Mecha Fernández. Música original: Rony Keselman. Puesta de voces: Claudio Garófalo. Escenografía /Iluminación: Rocío Matosas Etchebarne. Vestuario: Ana Nieves Ventura. Producción ejecutiva: Pilar Ortiz. Asistencia de escenario: Fernando Hirschseld. Asistencia de dirección: Giselle Refrancore. Dirección general: Tatiana Santana. Diseño gráfico: Guadalupe Lobo. Fotografía: Agustina Luzniak. Prensa: Duche y Zárate. Trailer: David Lemcke (dirección) Juan Salmonese (asistente de dirección) Juan Peña (dirección de fotografía). Teatro del Sur.















Aira, César, 1991. Copi. Buenos Aires: Beatriz Viterbo Editora.

Copi, 1993. Cachafaz / La sombra de Wenceslao. Buenos Aires: Adriana Hidalgo editora.







1
Raúl Damonte, Copi, nació en Buenos Aires en 1939. Su padre. Raúl Damonte Taborda, tuvo una prominente y controvertida actuación política; también era pintor de talento. Su madre era la hija menor de Natalio Botana, el legendario fundador y propietario del diario Crítica; la esposa de éste, Salvadora Onrubias, anarquista feminista, fue dramaturga y tuvo influencia sobre su nieto.  (…) Los Damonte se exiliaron en el Uruguay tras el ascenso de Perón, con el que Raúl Damonte rompió relaciones después de haber sido su hombre de confianza. También vivieron en París, donde Copi hizo su bachillerato. En 1962 se instaló definitivamente en París (volvería a Buenos Aires sólo en dos oportunidades, en 1968 y poco antes de morir, en 1987) (…) Su actividad de dramaturgo y actor se inició con un sketch en el Centre Américain, Sainte Geneviève dans sa baignotre. (…) Escribió once obras teatrales, la última estrenada pocos meses después de su muerte, más un sainete en verso, en castellano, que permanece inédito. (Aira, 1991,11/12)

1a La película La Raulito estrenada en 1975, fue una de las más exitosas en la década, en la Argentina y también en España. Interpretada por Marilina Ross, y dirigida por el actor chileno Lautaro Murúa, presenta la historia de una hincha de Boca Juniors, María Esther Duffau, que se trasvierte en hombre para poder sortear los peligros de la calle. El guión fue escrito por Martha Mercader y Juan Carlos Gené.

[2] El candombe fue la danza y la expresión musical-religiosa más importante y significativa del colectivo afro. Y más aún: es hoy una de las expresiones musicales más elocuentes con que cuenta nuestro país         Uruguay]. http://www.candombe.com.uy/historia_seccion1.html (11/04/2012)











Gacetilla | Inauguración Teatro Popular | 07 de mayo



Buenas tardes!  ¡Los invitamos a la inauguración de TEATRO EL POPULAR el Lunes 7 de Mayo 20 horas.  Habrá un copetín y podrán disfrutar de: Trío Cedrón, y pequeños avances de los espectáculos y ciclos que estrenaremos en nuestra sala: “El Organito” de Enrique y Santos Discépolo, versión libre de Sergio Lobo. “Ciclo Canciones Criollas” coordinado por Juan “Tata” Cedrón. “Saberlo Todo” de Dardo Dozo. “Hche 2 o” de Compañía Lostré. “El Viaje de Martín Rueda” de Grupo La Tarasquita. Y la presentación del Concurso de dramaturgia “Estampas de la Argentina Actual ” (jurado Patricia Zangaro, Bernardo Carey y Amancay Espíndola) y  de los Talleres y Cursos que se dictarán.-
Esperamos verte por la sala! si te es posible confirmar tu presencia sería maravilloso.
Adjuntamos la programación completa de la sala. Muchas gracias!
Andrea Feiguin
4953-7258 / 15.5062.1635
TEATRO EL POPULAR
Chile 2076 – CABA – Tel. 011-2051-8438
 
Teatro El Popular es Una Asociación sin Fines de Lucro dedicada a la promoción y producción teatral.
El espacio, que cuenta con dos salas totalmente equipadas. La Sala Discépolo para 120 espectadores y la Sala Sur con capacidad para 60 espectadores. Despliega prioritaria y fundamentalmente toda actividad relacionada con el teatro Argentino, apostando a la escena contemporánea, como así también, comprometiéndose, llevando a escena, en forma permanente, a nuestros autores clásicos. (Discépolo, Florencio Sanchez…)
Es un lugar de formación profesional, donde todas las disciplinas teatrales son dictadas en talleres y cursos llevados adelante por excelentes profesionales.
Esta asociación, además, promoverá a través  de concursos a los nuevos dramaturgos.
En fin, una asociación Civil con las puertas abiertas al desarrollo teatral argentino.
 
 
Staff Teatro El Popular
Presidente: Jorge Valencia
Directora Artística: Anabella Valencia
Asesor Esceno- Técnico: Hector Calmet




Gacetilla | Vigilia Cultural | Teatro X La Justicia | 24 de Abril


ADHESION - Por la Protección de la Sala Gaumont y en defensa del Cine Nacional








 












El INSTITUTO NACIONAL DE CINE Y ARTES AUDIOVISUALES tiene el agrado de invitarlo a participar con su adhesión a la AUDIENCIA PÚBLICA a realizarse en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, en la cual se tratará el tema de la Protección Estructural al CINE GAUMONT.

El Proyecto de Ley que se tramita por expediente Nº 1982/2011 y que cuenta con sanción inicial, fue presentado por Iniciativa del presidente del bloque del Frente para la Victoria, Legislador Juan Cabandié, acompañado por la mayoría de las fuerza representadas y con apoyo de los vecinos organizados por la defensa y recuperación de Salas de nuestra ciudad, y propone considerar a esta sala histórica, edificio de carácter singular y tipológico que caracteriza su entorno y que representa un  testimonio de la memoria de nuestra comunidad.

La audiencia se llevará a cabo el próximo 25 de abril a las 14:30 hs. en el Salón San Martín de la Legislatura porteña. La misma constituye una instancia de participación ciudadana en el proceso legislativo que permite a todos los interesados expresar su opinión en defensa del CINE GAUMONT, edificio histórico de la ciudad, actualmente, de propiedad privada, alquilado por el INCAA, con contrato vigente hasta el año 2013.

Para todos aquellos que no puedan asistir, y asimismo quieran hacer llegar su adhesión al proyecto de Ley desde cualquier punto del país, recibiremos sus correos electrónicos
en adenegri@incaa.gov.ar, ariel.direse@incaa.gov.ar y presidencia@incaa.gov.ar .


Las adhesiones pueden enviarse hasta el 25 de abril a las 10:00 am y si o si deben contener el nombre completo y DNI de los firmantes.


"Por la Protección de la Sala Gaumont y en defensa del Cine Nacional" 
Esperamos poder contar con su presencia.
Saludos cordiales.
  
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Antonella Denegri / Ariel Direse
Coordinación General de los Concursos Federales
Gerencia Acción Federal
Unidad de Fomento a la Televisión, Internet y Videojuegos
Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales
Tel.: 4382-6757  Int. 131  
Cel: 011-3-040-1875 (Antonella Denegri)
Cel: 011-3-040-1852 (Ariel Direse)

sábado, abril 14, 2012

Gacetilla | Proyección de Metropólis Refundada

+ info
rehime@rehime.com.ar


Participe

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Yocasta Versión libre de Héctor Levy-Daniel de Edipo Rey de Sófocles




Un atrayente espacio escénico, despojado de todo elemento superfluo recibe al espectador, sus tonalidades van a jugar en contraste luego con el vestuario de los personajes, donde se destaca la figura de la mujer, Yocasta. Imagen detenida que va a ponerse en movimiento a través de la palabra que Héctor Levy autor y director, quien pone en juego una intriga de tema conocido pero expuesto desde un punto de vista otro. Yocasta desde una esquina de esa sala de palacio narra, y se convierte dentro de la función de la tragedia en el coro que explica al pueblo, todos nosotros, el devenir de los acontecimientos. Ese personaje que sólo es mencionado y construido por los otros en Sófocles es en la puesta de Levy quien establece la relación entre el espacio de lo privado y lo público. El autor transita la tragedia desde el entre/ellos, en el campo de lo íntimo y narra los acontecimientos no en el ágora de la plaza pública, donde se resuelven las cuestiones de Estado, sino en los interiores de palacio, y de esta manera convierte a la tragedia en drama. A diferencia del dramaturgo griego hace pasar el punto de vista por el ojo de la mujer, que aparece así como víctima de las fuerzas de un destino que nunca se sabrá en cuál medida es marcado por los dioses o por los hombres y su interpretación. Mientras Edipo teme al oráculo, pero sobre todo a perder su tiempo de poder siendo quien es, el marido de Yocasta, ya que ha abandonado su natural legado del trono al huir de Corintio. Yocasta teme a esa verdad develada, que la llevará a perder su hogar, su marido/hijo, sus hijos/nietos, su tranquilidad puesta al cuidado del fuego del lar. Se suicida ¿por el temor del incesto cometido, o por el dolor y la locura que le produce perder su amor?; Edipo, causa y consecuencia del conflicto, no acaba con su vida, se quita los ojos ¿para no ver su delito, o para no asistir y negar la fuerza de su caída, la calidad de su pérdida? Y Layo pieza fundamental en esa tensión, decide neutralizar el oráculo, a pesar de creer en su infalibilidad, ya que sino fuera así, no ordenaría la muerte de su propio hijo, para evitar ser destronado por él, o porque no acepta más autoridad que la suya.  El poder y sus límites, o la carencia de ellos cuando se ve amenazado, que lleva a los hombres que lo detentan a olvidar las leyes naturales, y a crear otras que preservan no la paz de todos, sino esa misma autoridad contrariada. Ese poder, ese ámbito público, pero visto desde su reverso, desde el ámbito privado, es lo que ponen en escena los cincos actores con profesionalismo. La iluminación recorta el espacio lúdico y va construyendo la intimidad de Yocasta y Edipo según lo requiera la acción dramática. El espacio escénico con el mínimo de elementos nos sitúa en un tiempo ancestral: baldosones, pequeños asientos en semicírculo y la fuente de agua en el centro. No es menor la importancia del agua como símbolo de creación, como elemento vital y de continuo movimiento, pero también como símbolo de destrucción. Diferentes tonos de grises para el vestuario y la escenografía, con algún detalle en rojo; si el gris puede simbolizar neutralidad, a medio camino entre el blanco y el negro, podríamos pensar esos grises como la fusión entre la vida y la muerte. Los actores le dan a esta tragedia una textura diferente, no arcaica sino actual, detalle remarcado por el vestuario de los personajes masculinos, mientras que Yocasta emerge de ese tiempo mítico. La naturaleza emotiva de Yocasta, el desdoblamiento del personaje de Tiresias y del viejo pastor, la energía de Edipo, y de Creonte, van generando un ritmo propio, dinámico y atrapante, que envuelve a toda la sala y del cual es difícil sustraerse, más allá que en general conocemos el trágico final del mito de Edipo. Quizá sea pertinente citar a Bauza:

La turbación que aqueja al mundo contemporáneo parece fundarse en el bouleversement “confusión” del lenguaje, dado que se advierte un trastorno que escinde la relación palabra-realidad […], y esta turbación ocurre, paradójicamente, en un momento en que los medios de comunicación florecen por doquier […]: ante este estado de cosas, el mito y el rito se presentan como dos vías posibles para encantar al mundo y humanizar la existencia (2005:238)

Porque revisitar un mito no es tarea sencilla, si bien no es un discurso cerrado sino que es un discurso polisémico que permite un proceso de resemantización constante, la propuesta estética de Levy-Daniel transita por este camino de una manera original.
 





Yocasta versión libre de Héctor Levy-Daniel. Elenco: Jessica Schultz, Pablo Razuk, Carlos Kaspar, Abián Vainstein y  Juan Carrasco. Escenografía y Vestuario: Cecilia Zuvialde. Diseño de Iluminación: Ricardo Sica. Música Original: Sergio Vainikoff. Diseño Gráfico: Marcelo Farias. Fotografía: Marcela Gabbiani. Asistente de Dirección: Florencia Méngoli. Prensa: Tehagolaprensa: Dirección: Héctor Levy-Daniel. Teatro La Mueca.

















Bauzá, Hugo Francisco, 2005. “El mito en nuestro tiempo: entre modernidad y posmodernidad” en Qué es un mito. Una aproximación a la mitología clásica. Buenos Aires: Fondo de Cultura: 233-242.





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